HISTORIA DE LA GANADERIA EN COLOMBIA


Desde sus orígenes hasta 1963

La ganadería colombiana es un hecho contundente en la realidad económica y social del país. Reconstruir sus orígenes se inscribe más, por lo tanto, en el ejercicio aventura de la novela histórica a partir del desembarco de los huestes conquistadores en el siglo XV.

Es necesario entonces, echar mano aquí y allá de referencias que aparecen esporádicas. En cuanto a la ganadería colombiana se refiere, habría que parodiar el libro de la creación para afirmar que en principio era la nada. En efecto nuestros antepasados indígenas no conocían el “ganado mayor” el animal el cual tuvieron que enfrentar fue quizás el venado, la danta y el tapir, ninguno de ellos domesticable si no objetivo de caza para proveer alimento y pieles.

Esta es, quizás una de las razones del atraso frente a otras culturas, la domesticación de animales fue uno de los grandes avances tecnológicos de la humanidad, en la medida en que la caza era la principal actividad del hombre prehistórico y, por lo tanto, el tener el alimento asegurado y a la mano, le permitió ir explorando otros campos de actividad.

El ejemplo más cercano está asociado a la presencia de los camélidos andinos en el imperio Inca, en lo que hoy es Perú, Bolivia y Argentina.

Los Incas, que alcanzaron niveles de desarrollo muy superiores al de los chibchas y demás tribus precolombinas, utilizaban intensamente la llama y la alpaca como bestia de carga y de transporte, como proveedor de lana para su industria textil y como animal de carne, la cual comían con gran apetencia. Durante las guerras, las llevaban en lotes al frente para sacrificarlas medida que necesitaban su carne para alimentar la tropa. Era y es a la vez, jumento, oveja y res de matadero, además de animal ceremonial, pues en las fiestas religiosas inmolaban varios cientos de ellas en los templos del imperio, así pues, si nos hemos imaginado el gran susto que se llevaron nuestros aborígenes cuando se toparon con el caballo al que imaginaron como un solo y enorme animal integrado al jinete que lo montaba, cuál no sería su sorpresa cuando desembarcó el primer contingente de importación de vacunos, en los que hoy es Santa Marta, con su andar pesado y sus mugidos profundos, cuál mitológicos y amenazantes minotauros.

Frente a la proeza épica del descubrimiento nos imaginamos a La Pinta, La Niña y La Santa María, como imponentes embarcaciones que surcaban el océano sin dificultades al revisar la historia naval o conocer sus replicas vivas, para constatar que apenas eran algo más que grandes barcazas hacinadas de marineros, incomodas, con mínimas condiciones sanitarias y muy poca capacidad de carga.

Es fácil adivinar entonces, por qué los vacunos no desembarcaron en el primer viaje de Colón.

Fue por ello en el segundo viaje en el año de 1493 cuando se embarcaron becerros y becerras, cerdo y ovejas hacia el destino ya conocido de la isla de la Española, hoy Santo Domingo.

Ello explica la lentitud del proceso de poblamiento ganadero y la tardanza en traer vacunos a tierras colombianas, en el año 1525, la Corona Española, a partir del primer pie de cría y del mayor número de animales que llegó en el tercer viaje de Colón, decidió fomentar primero la creación de un gran núcleo ganadero en la Española. La importación de ganado no obedecía a ninguna intención de explotación económica, que sí se dio mucho después cuando los Españoles encontraron excelente e inmensas llanuras en el continente, pero sobre todo cuando saciaron su sed de oro y plata que fue su única obsesión durante el primera época de la Conquista.


De La Española Santa Marta


El proceso de convertir a la Española en un enclave ganadero no fue fácil. En Marzo de 1503, aprobó en Zaragoza la solicitud de enviar ganados a América, representados “En bestias y ganados que hubieren menester”.

Las dificultades subsistían para transportar el ganado como también las que tenían que ver con la aclimatación de animales de razas europeas, que no eran las mejores y que, además llegaban en condiciones deplorables después del largo viaje, para ser sometidas a un cambio de alimentación, a un clima implemente y al ataque de las plagas del medio tropical.

Fue necesario la influencia de Don Rodrigo de Bastidas ganadero próspero el cual poseía 10.000 cabezas, eran también oidor y tenía títulos eclesiásticos, que le permitieron obtener la cédula real del 16 de Mayo de 1.524, la cual es concebida por la reina mi señora, os ofrecéis de poblar la provincia e puesto Santa Marta que en Castilla de Oro llamada la tierra firme, granjerías e crianzas y que poniéndolos en dichas tierras 200 vacas y 300 puercos.

Fue Bastidas quien hizo la primera exportación masiva de ganados desde La Española hasta tierra firme, dando inicio de esta forma al núcleo ganadero que se irrigaría a lo largo de toda la Costa Atlántica.

Se destacaron los hermanos Heredia en 1.533 con arribo a Cartagena y, la de Don Pedro de Lugo en 1.542, que desembarco en la Guajira y al departamento del Cesar.

En el año de 1.558, el Capitán Francisco Ruiz fue comisionado para que, a caballo, descubriese un camino desde la Isla Margarita hasta el Nuevo Reina de Granada, a fin de llevar los ganados vacunos, mulas y caballos que hacían mucha falta desde la conquista y que, hasta entonces, se transportaban con mucha dificultad a lo largo del río Magdalena, Ruiz logro su travesía con sesenta hombres y 80 caballos pobre y enfermo llego a Tunja, pero había abierto la ruta ganadera a Santa Fé desde el oriente.


Desde Guayaquil al suroccidente de Colombia.


Su origen en Margarita, la tercera ruta ganadera hacia la nueva Granada fue por el sur lo que hoy es Ecuador hacia las zonas de Nariño y Cauca.

Sebastián de Bellalcázar desempeñó un papel muy importante en la ruta ganadera desde el sur hacia el interior del país Bellalcázar tenia espíritu colonizador y estaba obsesionado por el dorado, conquistó lo que hoy corresponde a Nariño, Cauca y Huila en la cual fundo Cali y Popayan y descubrió las cabeceras de los ríos Cauca y Magdalena, regreso un año después con indios cargueros, y toda clase de animales para crear rancherías en las tierras conquistadas.


La epopeya hacia el interior.


El siglo XVI fue prácticamente la extensión de la conquista y, como tal estuvo marcado por la fiebre de El Dorado quienes, tenian que alimentarse, lo que obligo a un proceso de ida y vuelta para empezar a colonizar realmente los terrenos llevando personas y toda clase de animales domésticos.

Una vez encontradas las regiones de grandes llanuras naturales, durante el siglo el mayor XVI el ganado aumento de una forma vertiginosa. Bastaron tres o cuatro décadas para que gigantes manadas llegaran incluso a suponer un peligro para la agricultura.

Del latifundio a la hacienda organizada

El crecimiento de la ganado mayor llego a un limite comenzado el siglo XVII por el agotamiento de los pastos en las regiones colonizadas y por el gran aumento del consumo de carne de vaca, cuando ésta empieza a hacer parte de la dieta habitual del indio.

Así pues, durante el siglo XVI la ganadería tomó cuerpo como una gran fuente de producción más no como una riqueza económica, la parte más cotizada era el cuero que se exportaba, con desperdicio de la carne y demás subproductos

En Costa Atlántica, a partir de la importancia militar de la ciudad de Cartagena se crea allí un foco de alta demanda que hace prosperar las haciendas rurales cercanas hasta la ciudad de Mompox, donde vivían los más grandes ganaderos de la Costa.

En los llanos de Meta y Casanare, como en otras regiones del país los principales hacendados de la época fueron los jesuitas.

Las haciendas del valle de Cauca abastecieron también desde muy temprano a las zonas mineras de Antioquía, Popayan y algunas ciudades de Quito.

Los Jesuitas:Grandes hacendados de la colonia.

Las ordenes religiosas recibieron grandes donativos por parte del estado y de los particulares. Sólo los Franciscanos rehusaron recibir extensas tierras, pero las demás se dedicaron a su explotación económica.

Las haciendas y los ingenios de la compañía de Jesús fueron en su época y en las Indias modelos de administración y explotación desde todo punto de vista.

La fortuna de los Jesuitas por todo el territorio de la nueva granada eran incomparable superior a cualquier fortuna privada, su actividad era ganadera, también eran granjeras modelo en las que solo eran ejemplar el modo de llevar la explotación técnica y el modo de tratar a los obreros de la hacienda.

Ganadería del XIX se inicia la expansión

Como una secuela de la colonia se puede afirmar que el desarrollo ganadero va aparejado con el proceso de extensión de la frontera agrícola y de la apropiación de la tierra por parte de los grandes latifundistas, proceso que se empezara a revertir aceleradamente durante el siglo XX; pero también a la introducción desde ese entonces de pastos mejorados y de rodamientos tecnológicos en el manejo de los hatos.
En Antioquía la ganadería se desarrollo a la par con la colonización de grandes extensiones de tierra.
En la Costa Atlántica, la introducción de los pasto para o admirable represento una verdadera revolución porque permitió a los hacendados racionalizar la producción ganadera, levantar cercas de alambre para consolidar la posición individual.
El ganado de los llanos y San Martín conservan esa misma característica bajo condiciones aún más primitivas. Los animales crecen rápidamente en forma salvaje, llegándose a calcular que duplican su número cada cuatro años.
El ganado de la Sabana de Bogotá, por el contrario se concentra en menores extensiones con mayores cuidados y cada vez con mayores cruzamientos con razas europeas.

Primeros pasos gremiales

Al margen de las condiciones que permitieron la expansión de la ganadería como actividad económica y el crecimiento de la producción en las diferentes regiones del país, hacia finales del siglo XIX se inicia el proceso de gremialización que habría de irse consolidando durante el siglo XX hasta la creación de FEDEGAN en la década de los setenta
La sociedad agricultores de Colombia se creo en el año de 1871, el 15 de Diciembre, siendo Presidente de la República el General Eustorgio Salgar,

Las razas Conquistadores

Auque la caracterización de las razas españolas se produce mucho después de la conquista, a partir del siglo XVIII, es posible definir algunas de las que más influyeron en la conformación de las razas criollas.

La raza tudanca, oriunda del mencionado nombre, zona montañosa del norte de la península Ibérica, de gran capacidad lechera, de características de raza de montaña, en España está prácticamente extinguida.

La raza negra andaluza. De gran desarrollo corporal y con tendencia hacia la producción de carne, era utilizada por los campesinos españoles como animal de tracción.

La raza murciana. Originaria de la región levantiana de España (Murcia, Almería, y Alicante), predominante en tipo cárnico, raza importada por los jesuitas para mejorar los ganados.

La raza cacereña, es considerada como la más antigua de España y tiene su origen en África, es posible afirmar que ésta raza es el origen directo del buey colombiano.


Las razas criollas colombianas.


Es de la amalgama de estas razas originarias españolas de donde surgen nuestras razas criollas, con características externas que evidencian su estrecha relación con sus antepasados ibéricos, particularmente en el color y la conformación general, toda vez que, al no haber sido objeto de selección artificial ni de cría especializada, conservan necesariamente la herencia casi directa de sus ancestros.

El costeño con cuernos, CCC . Como su nombre lo indica, esta raza es propia de la Costa Atlántica, donde empezó a formarse a partir de las primeras importaciones durante la conquista.

El romosinuano. Presentan una atractiva apariencia general. Los detalles externos y su comportamiento son reveladores de una adaptabilidad completa al medio tropical y de una muy buena aptitud para producir carnes en dicho ambiente.

El chino santandereano. Poseen unas características reveladoras de una raza criolla tropical con una gran eficiencia fisiológica ante el ambiente que lo rodea.

Del latifundio colonial a la desconcentración.

Una de las principales características de la ganadería colombiana del siglo XX es el proceso de desconcentración de la propiedad de la tierra que venía como herencia colonial y que, de una u otra forma, permitió el desarrollo de la actividad, pues no sería imaginable llegar al actual hato ganadero del orden de las 23.000.000 de cabezas, a partir de la producción minifundista de subsistencia.

Al proceso contribuyó la desaparición de figuras coloniales como el mayorazgo, sino el crecimiento de otros renglones agrícolas que demandaron tierra para su explotación, el desarrollo industrial del país que reorientó recursos hacia la manufactura y los servicios, los programas de reforma agraría de los diferentes gobiernos.

Institucionalización gremial

Otra característica importante de la ganadería del siglo XX es su gremialización y, a partir de ella, su cohesión como actividad económica y su desarrollo.

Nace la FEDEGAN

El IX Congreso Nacional Ganadero Se llevo acabo el 24 de julio, el gran resultado del Congreso fue la creación de LA FEDERACIÓN COLOMBIANA DE GANADEROS – (FEDEGAN)- en la fecha del, 13 de diciembre de 1963.

Por Sandra Patricia Hurtado Poveda  In:http://sandra14.ohlog.com/ (re-typed & adapted by Leopoldo Costa)

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